En la comunidad de Alce su voz, hablamos mucho sobre la importancia de compartir los testimonios, las historias que contamos que están conectadas con una situación política y que frecuentemente incluyen una declaración de la necesidad de un cambio sistémico. La práctica de compartir testimonios y escuchar atentamente a los testimonios de los demás ha nutrido la formación de nuestra comunidad; y nos ha ayudado a identificar los temas a los que queremos abordar. Es más, la diseminación de los testimonios grabados con video ha personalizado el efecto de la inconsistencia en servicios de interpretación para que los legisladores se interesen en cambiar el sistema para mejorar las vidas de las personas. Luego, al observar ese proceso, nuestros socios se han animado a participar más en la vida cívica, alzando la voz para exigir servicios públicos equitativos.
Además de alzar la voz, una parte significativa del liderazgo es saber dialogar. Hace dos semanas me reuní con la CEO de una clínica de salud que ofrece servicios para pacientes de bajos recursos económicos aquí en Wichita. Empecé la conversación con un discurso sobre cómo se formó Alce su voz y por qué hace falta mejorar el sistema de proveer servicios de interpretación en Kansas. Mi intención era proponer una colaboración con la clínica para poder investigar los desafíos que enfrentan y apoyarlos en la provisión de servicios cualificados de interpretación. Sin embargo, empecé con mi punto de vista antes de pedir la suya.
Después de escucharme por al menos cinco minutos, la CEO me dijo que ya era su turno de darme un discurso a mí. Me habló de su firme deseo de ofrecer servicios de salud equitativos para todos sus pacientes y de la imposibilidad de financiar tales servicios. Me contó que hace un par de años, los administradores de la clínica se dieron cuenta de que no estaba funcionando bien usar familiares de pacientes como intérpretes porque los familiares no estaban interpretando los mensajes con precisión.[1] Pues recién habían empezado a utilizar servicios de interpretación remota por video, y me dijo que esos servicios les estaban costando arriba de $11,000 por mes. La CEO describió la falta de recursos en la clínica para pagar esos servicios, y agregó que no pueden esperar a la compañía de seguro porque los pacientes necesitan ayuda inmediata. Cuando terminó de pontificar, me dijo que mi discurso inicial le había hecho sentir un poco defensiva porque sentía que yo le estaba echando la culpa a ella. Me recordó sobre la importancia abrir las conversaciones con preguntas y de escuchar las experiencias de los demás. La experiencia de la CEO de la clínica demuestra claramente algo que yo ya había sospechado: hace falta arreglar el sistema de financiar los servicios de interpretación médica.
Para alcanzar nuestro objetivo de la equidad en la salud, tenemos que aprender a dialogar de manera productiva en diferentes contextos y con diferentes interlocutores. Ayer me reuní por Zoom con la Representante Estatal Susan Ruiz, dos otros colegas, y una estudiante de North High para hablar de una legislación que requeriría que todas las instituciones de salud en Kansas que reciben fondos federales ofrecieran intérpretes calificados para los pacientes que los necesitan. El propósito sería reforzar la legislación federal que ya existe pero que no siempre se sigue en Kansas. Muchas veces cuando pensamos en las conversaciones con los legisladores, pensamos en los testimonios y las peticiones de cambio. Sin embargo, en el caso de esta reunión hacía falta un diálogo diferente. Ella nos explicó las barreras a la aprobación de la legislación, y nosotros escuchamos y le preguntamos qué podíamos hacer para apoyarla en sus esfuerzos.
La Representante Ruiz nos explicó por qué es tan difícil para las instituciones de salud recibir reembolsos por los servicios de interpretación que ofrecen. Hace algunos años, el estado de Kansas cambió su forma de proveer los servicios a los consumidores de Medicaid. Ahora utiliza tres planes de salud: Aetna, Sunflower Health Plan, y United Healthcare Community Plan. Para obtener servicios de interpretación pagados a través de estos planes, los usuarios de Medicaid deben llamar con anticipación antes de su visita para pedirlos. Si los servicios no están programados, el hospital tiene la responsabilidad de pagarlos sin recibir reembolso. Los hospitales no pueden cobrar directamente a Medicaid porque las compañías privadas se están encargando. Todo esto nos lleva a que hay una necesidad de empezar negociaciones con los planes de salud (o MCOs, por sus siglas en inglés). De momento, nos contó la Representante Ruíz, esas negociaciones están en pausa hasta después de las elecciones de gobernador que vienen en noviembre.
Ahora, el diálogo también se debe tratar de la pregunta: ¿cuál candidato de gobernador nos va a apoyar en el proceso de hacer cambios sistémicos que nos llevan más cerca a nuestro objetivo de alcanzar la equidad en la salud para la comunidad latina en Kansas? Hay que educarse y participar en diálogos con los colegas para estar preparados a votar. Los kanseños que no son eligibles a votar pueden darles el mensaje a los que sí son elegibles que las elecciones de gobernador del 8 de noviembre van a tener mucha influencia en el futuro de nuestra comunidad latina.
Pueden aprender más sobre el voto y las elecciones de noviembre en nuestro próximo taller de salud, liderado por Ana López, el próximo sábado, 8 de octubre (hay que inscribirse para participar).
[1] Como muchos de nosotros sabemos, esto ocurre por varias razones, entre ellos el no querer lastimar o asustar a su familiar enfermo con información negativa sobre su salud, la falta de capacitación en terminología médica, y desconocimiento del código de ética de interpretación.
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